Hablamos con Fernando Hermoso Mellado, copropietario del restaurante Casa Bigote, que nos cuenta cómo ha llegado Sanlúcar de Barrameda a obtener el galardón de la Capitalidad Gastronómica, y qué considera que ocurrirá desde este momento, si habrá un punto de inflexión.
Todo comienza en 2018, cuando desde el Círculo de Artesanos de Sanlúcar, y liderado por Carlos García, escritor (entre otros) de varios libros de gastronomía, y tras la investigación sobre la historia y cultura de la gastronomía sanluqueña, cuestiona por qué hasta ahora sólo se han presentado capitales de provincias a la designación de la Capitalidad Gastronómica, y no podría presentarse Sanlúcar con la riqueza e historia gastronómica que posee.
En ese momento, se prepara y presenta un proyecto, respaldado y apoyado por el Ayuntamiento, a la Federación Española de Periodistas y Escritores de Turismo (FEPET), organismo que otorga anualmente este reconocimiento, donde se reflejan los valores de la gastronomía que se hace en Sanlúcar y los productos que posee tanto de mar como de la tierra.
Fernando considera que este nombramiento, que en gran parte se debe a la excelente labor y uso de los recursos propios de Sanlúcar por parte de los hosteleros, entre los que Casa Bigote forma parte, por supuesto, va a influir mucho en la promoción y turismo gastronómico de la ciudad, convirtiéndose en un escaparate perfecto para el desarrollo de la actividad y economía local.
Sanlúcar ha vivido siempre de una estacionalidad muy concreta (verano, fines de semana y festivos), y esto va a llevar a que funcione durante todo el año, siempre que el hostelero lo haga bien y sepa aprovechar la oportunidad que tiene, dando así a conocer y disfrutar a todo visitante, la gran variedad y excelencia de productos con los que cuenta en cada época; productos del mar como el langostino, acedías, choco, la raya, la corvina…, de la tierra como la papa de arenas finas, los boniatos, tapines, puerros…, o del Navazo como los chícharos, habas, coliflor o los rábanos, entre otros.
Por otra parte, otro producto que ha sido fundamental para este nombramiento es el vino tan peculiar que se elabora en Sanlúcar, dentro del marco productivo de los vinos de Jerez, que es la “la Manzanilla”, que ligado a su producto estrella “el Langostino”, hacen que se una experiencia, un maridaje perfecto.
El que va a Sanlúcar (y concretamente a Casa Bigote), valora su forma de preparar, servir y hacer la gastronomía de una forma natural y particular, una cocina de abordo basada en los productos frescos y platos típicos tradicionales sanluqueños.
Fernando Bigote considera que, trabajando de igual manera que siempre, este año hay que prestar una especial atención a todos los detalles, ya que los clientes, van a valorar, observar y a examinar ahora más que nunca, las elaboraciones, el servicio y la atención, para determinar si el otorgamiento de la Capitalidad Gastronómica es realmente merecida.
Casa Bigote www.restaurantecasabigote.com