Desde las entrañables calles de Granada surge un lugar emblemático, conocido no solo por sus delicias culinarias sino también por una historia que ha sobrevivido al paso del tiempo. Silvia Álvarez, junto a su hermano José Enrique, representa la segunda generación del restaurante Las Tinajas, fundado en 1971 por su padre en colaboración con otra familia. Desde aquel entonces, este rinconcito granadino ha sido un testigo silente de anécdotas, risas y, por supuesto, de innumerables platos que reflejan la riqueza gastronómica de Andalucía.
Ubicados en el mismo local desde 1971, y tras una remodelación en los años 82-83, Las Tinajas se ha consolidado como un defensor incansable de la cocina tradicional granadina y andaluza. Aquí, la pasión por el producto local es palpable: desde los frescos pescados de la costa hasta las carnes más selectas de la región.
Sin embargo, la tradición no impide que se experimente con nuevos sabores. Dentro de su oferta tradicional, encontramos platos que fusionan lo ancestral con toques innovadores. Como muestra de ello, se presenta su reinterpretación de la parte de la moruna, un plato clásico de Granada, en combinación con un exquisito helado de mango, o sus croquetas de rabo de toro enriquecidas con chocolate.
El legado de Las Tinajas trasciende las fronteras del local, convirtiéndolo en un emblema de la gastronomía granadina. Cada plato, cada sonrisa de su equipo, es un homenaje a la esencia de Granada, a la tradición que, generación tras generación, sigue viva en el corazón de la ciudad.