En la efervescente Sevilla, a escasos metros de la estación de Santa Justa, se encuentra un restaurante que ha sabido combinar tradición y evolución en sus platos: el Sevilla Bahía. Al mando, Antonio Salas Lozano, quien nos recibe con orgullo para hablarnos de esta joya culinaria con más de dos décadas de historia.
Inaugurado el 9 de agosto de 1999, el restaurante Sevilla Bahía se ha consolidado como un emblema de la gastronomía andaluza. Su origen está vinculado con Villalba del Alcor, Huelva, de donde proviene la familia Salas. En 1977, abrieron El Cairo en la calle Reyes Católicos, dando sus primeros pasos en la hostelería sevillana.
Lo que distingue a este restaurante es su apuesta por la cocina marinera andaluza. Aunque su oferta es amplia, el 80-90% se centra en pescados y mariscos. Sin embargo, no se limitan: el jamón y la caña de lomo de Huelva, así como carnes del norte, tienen un lugar destacado en la carta. Un plato que resalta entre los comensales es la merluza de pincho gallega, una auténtica delicia para el paladar.
A pesar de su renombre, en Sevilla Bahía no se olvidan de la tradición tapeo. En la barra o en las mesas de la terraza, los comensales pueden degustar variadas tapas, en un ambiente que conjuga la modernidad con la esencia más pura de Andalucía.
Antonio destaca la importancia del producto local. Si bien no siguen la tendencia del «kilómetro cero» al pie de la letra, eligen lo mejor de cada zona, desde la gamba de Huelva hasta el pescado del norte.
Con un equipo comprometido, algunos con más de veinte años en la casa, Sevilla Bahía sigue siendo un referente, donde tradición y contemporaneidad danzan al compás del flamenco, esperando recibir al próximo comensal que desee vivir una experiencia culinaria inigualable.
